
Diluido entre demasiados pensamientos;
como un niño sin rostro,
como un hombre de barro,
busco el hueco de tu espalda,
reposando mi cuerpo en tu cuerpo.
Descosido como muñeco de trapo,
sin sentido como retazo inconexo,
balanceo la ecuación de tus labios
y siento que muero en deseo.
Nervioso como impulso magnético
el roce de tu cuerpo produce que....
diluido, descosido y nervioso...
mi alma te ofrezca un te quiero.
1 comentario:
Que bonito.... un te quiero aunque el cuerpo esté maltrecho... lindo quedarte en el hueco de su espalda, reposando en su cuerpo, en su alma...
Sigue así, lindo
Un abrazote
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